¿A quién no se le vienen a la mente, cuando escucha la palabra “historia”, nombres de próceres, fechas de batallas y algunos grandes acontecimientos que han influido en las vidas de un sinnúmero de personas? A través del relato sobre el pasado que encontramos en la escuela, en los actos patrios, en nuestro calendario, pero también en monumentos, nombres de plazas, calles, etc., vamos construyendo una memoria histórica, incluso de aquellos tiempos que no hemos vivido directamente nosotros sino las generaciones que nos preceden.Pero detrás de los grandes nombres y los grandes acontecimientos, se encuentran las historias de cada uno de nosotros, de aquellos que en mayor o en menor medida han participado, le han dado forma, y al mismo tiempo han sido influidos por los procesos históricos y acontecimientosque se han desarrollado y han tenido lugar durante sus vidas. Esas historias también forman parte de la historia, y recuperarlas forma parte de reconstruir una memoria histórica que contemple el modo en que los procesos históricos han influido en la vida de cada uno de nosotros.HistoriaEn los talleres de historia hacemos el ejercicio de recordar esas historias y de discutir cómo los grandes procesos y acontecimientos se conectan con la biografía de cada uno de los adultos mayores que participan de los mismos. Para ello trabajamos con diversos ejes temáticos como historia de la inmigración, de la ciudad, de los barrios, del cine y el teatro, de la radio y del trabajo, entre muchos otros.Este año, los temas que estamos tratando en los talleres se relacionan con la reflexión acerca de los distintos modos que articulan las sociedades para pensar su propio pasado. Comenzamos el año con el tema de las construcciones míticas acerca del pasado, luego discutimos el tema de la construcción del pasado en la escuela y pudimos recuperar la experiencia escolar de los adultos mayores en distintos contextos y períodos históricos. Más tarde tomamos el tema de los lugares de la memoria en la Ciudad de Buenos Aires y actualmente nos ocupa el tema del folklore, como un modo de abordar todos esos saberes y prácticas populares y anónimos que se transmiten oralmente y a través del ejemplo de generación en generación.Esta experiencia ha resultado enriquecedora tanto para los adultos mayores como para los jóvenes que participamos del dictado de los talleres. Esta experiencia intergeneracional contribuido a articular una mirada del pasado que se pregunte por las múltiples relaciones que se establecen entre las vidas personales y los fenómenos colectivos de un modo que permite estimular la memoria y revisar la propia historia teniendo en cuenta como los propios compañeros han experimentado los mismos procesos. Al mismo tiempo, se trata de un espacio en el que esa memoria se puede transmitir a las generaciones más jóvenes, de modo que nuestra propia visión de la historia se ve enriquecida.
JULIA NEVILLE
Coord. de los talleres de Historia de Hogares de Día
Coord. de los talleres de Historia de Hogares de Día
